Un 36% de las personas entre 13 y 27 años (Generación Z) comenzó a invertir antes de ingresar al mercado laboral, lo que triplica la tasa de los Millennials, según el World Economic Forum (WEF).

Por: Carlos Quichiz Espinoza

Las personas entre 13 y 27 años, también llamadas Generación Z han marcado una nueva etapa en el mercado y economía. Ya que según el World Economic Forum (WEF), los jóvenes están siendo parte de una generación de inversionistas avanzados. Así como también, están modificando los patrones tradicionales del mercado financiero. Precisamente, están adelantando el inicio de su actividad inversora.

Esta tendencia se caracteriza por nacer en una era digital. El crecimiento de estos adolescentes, rodeado de plataformas digitales y redes sociales, impulsó un interés en los mercados a temprana edad. Además, la mayor accesibilidad que ofrecen las plataformas de inversión digital han simplificado los procesos de entrada al mercado online.

De acuerdo con el “Global Retail Investor Outlook 2024″ del World Economic Forum, la diferencia respecto a generaciones anteriores es significativa:

Según el economista y director del Centro de Estudios en Economía y Negocios de la Universidad del Desarrollo, Cristián Echeverria, hay dos factores que explican que los jóvenes empiecen a invertir antes.

El primer factor es que “el emprendimiento cada vez es más aceptable en la sociedad. Hay más apoyo, incluso en las universidades mismas, para emprendimientos externos. Esta es una alternativa viable y atractiva para los jóvenes que están empezando el trabajo”.

Mientras que la segunda razón que dice el experto es que el “mercado del trabajo recién está en la recuperación dentro del ámbito de la economía. Recién este año empieza a mejorar luego de la pandemia y la inflación por la guerra entre Rusia y Ucrania”. Estos últimos hechos los destaca Echeverría como parte para la baja del mercado del trabajo y la tasa de desempleo, lo que también pudo ser propulsor de la inversión y el emprendimiento.

La inversión y el emprendimiento ha sido útil para la Generación Z

La tecnología y la necesidad de ingresos tempranos han sido parte de esta tendencia. Una de las jóvenes que ejemplifica esta incursión temprana es Isadora Sánchez, quien a sus 25 años combina sus inversiones con su emprendimiento de venta de joyas, el cual sostiene desde los 18 años. En la actualidad, ella vive independiente y cubre todos sus gastos con las ganancias de las ventas.

Ella trabaja con joyas porque considera que “es un accesorio y un lujo que no todos pueden darse entonces lo hace ver más llamativo y son bonitas, te hacen sentir bien. También va con parte de lo anímico y era un negocio fácil”. Además destaca que es un negocio muy rápido y se da muy fácil si uno tiene constancia.

La emprendedora explica que “la motivación era de no querer trabajar para alguien. Siempre quise tener mi horario y mis tiempos. Antes quería trabajar y no me daba los tiempos entre otras cosas que quería hacer entonces eso fue lo primero. Y el negocio de la joya fue como un negocio rápido, no nos demoramos mucho en lo que es vender, entregar, recibir el dinero y ver las ganancias, los gastos y separar.

Isadora aprovecha recomendarle a más personas de la Generación Z al emprendimiento e inversión propia: “es importante y es bueno (que se dediquen a la inversión). Si les da miedo, pueden estudiar y emprender en el área de lo que les gusta. No necesariamente tiene que ser un negocio antes de estudiar o después”.

Ella también describe la forma de trabajo de la inversión propia, que si bien, para ella es factible, al mismo tiempo, no es fácil. “El tiempo es oro. Cada vez vamos creciendo, va siendo difícil el poder dedicar tiempo a todo y al tener un negocio, igual te da la oportunidad, en cierto tiempo también. Porque al principio es mucho trabajo, es mucho estar informándote constantemente, estar viendo la competencia también, lo que quiere la gente, buscando clientes. Son muchas cosas y hay que contar con un buen equipo, también que eso es como la pieza clave” fue lo que destacó Sánchez.