
Incluso desde antes del anuncio de ambas candidaturas a inicios de 2025, la disputa política y mediática “Matthei vs Kast elecciones 2025” entre la bancada de Chile Vamos y la del Partido Republicano, ha repercutido en la percepción de la población sobre la actual derecha chilena. A falta de tres meses para las elecciones, se comienza a dilucidar los perjudicados y beneficiados, con una derecha fracturada que se debate entre la figura más tradicional de Evelyn Matthei y el discurso duro de José Antonio Kast. Mientras, la centroizquierda observa expectante cómo este conflicto interno podría reconfigurar el mapa electoral de cara a noviembre.
Desde el anuncio de su candidatura el 9 de enero de este año, José Antonio Kast ha tomado partido y distancia con el bloque tradicional de la derecha chilena, quienes vieron en la exalcaldesa de Providencia, Evelyn Matthei, su principal opción para competirle al candidato del Partido Republicano. Desde entonces, actores del mismo sector político se han puesto trabas y zancadillas en lo que respecta a la carrera presidencial, según expertos, dificultando el avance de acuerdos que podrían, eventualmente, disparar sus posibilidades frente al oficialismo. Una disputa que ha dejado polémicas y controversias, que ha evidenciado una fractura en el sector, y que le ha sumado incertidumbre al panorama político de cara a las próximas elecciones.
Temporalidad de la disputa Matthei vs Kast elecciones 2025
Ya desde las elecciones de 2021, la derecha radical se posicionó distante ante la posibilidad de competir de manera conjunta con la derecha histórica. En ese instante, José Antonio Kast decidió no participar en las primarias del sector, señalando que: “No votaría por ninguno de los candidatos de la primaria de Chile Vamos“, diría en conversación con Canal 13, yendo de forma directa a las papeletas de primera vuelta.

Esto marcaría la pauta de aquella elección para la derecha, quien en segunda vuelta tendría que apoyar al candidato republicano, quien competiría con Gabriel Boric en aquella instancia, resultando el candidato del Frente Amplio vencedor de las elecciones.
A partir de este precedente la bancada parlamentaria republicana seguiría el mismo camino, distanciándose de la coalición de UDI, RN y Evópoli en las discusiones del congreso, como sería el caso de la reforma de pensiones, en la que los de José Antonio Kast acusaría a Chile Vamos de “ceder ante el oficialismo”. Serían varias las instancias posteriores en las que esta postura chocante contra la alianza que hoy apoya a Matthei sería evidenciadas, mostrándose así la fisura como una debilidad de la derecha en los últimos años.
Tanto durante 2023, como 2024, el distanciamiento entre los sectores se fue ampliando. Por un lado, durante las campañas del Proceso Constitucional, diversos acuerdos alcanzados entre ambas facciones se verían debilitados por la negativa de cierto sector de Chile Vamos de firmar, lo que miembros de Republicanos acusarían a Chile Vamos de “No honrar el acuerdo” como señala El Mostrador.
Por otro lado, en el transcurso del año pasado, la oposición presento diversas propuestas de acusaciones constitucionales. Mientras Republicanos empujaban el proceso contra el exministro, Giorgio Jackson, la derecha tradicional se centró más en la acusación contra la exministra Marcela Ríos. La falta de coordinación en estas ofensivas políticas hizo visible que cada bloque legislaba con su propia agenda, señaló T13.
La situación actual no dista de lo ocurrido en años anteriores, desde el anuncio de la candidatura de Evelyn Matthei por parte de Chile Vamos, la tendencia ha sido negativa en cuanto a la relación de ambos sectores. La negativa nuevamente por parte de republicanos de participar en unas primarias complica el panorama para la oposición.
Esto se ha sumado al revuelo causado con la desinformación y “ataques mediáticos” que ha sufrido la candidata, a quien ha sufrido una campaña de desprestigio en redes, acusándola de padecer Alzheimer y de no estar en óptimas capacidades para ejercer un cargo público. Desde el comando de Chile Vamos se señaló al partido de Kast como los principales responsables de la campaña de difamación, y la propia candidata amenazo de iniciar un proceso legal contra sus difamadores, señalo El País.

La derecha no aprovecha la corriente a favor
Según Miguel Astorga, Cientista Político de la Pontificia Universidad Católica, la derecha ha sufrido una mutación desde lo que era en el retorno a la democracia, a lo que es a día de hoy: “Ya desde hace varios años que estamos en un escenario de la derecha dividida, antes los partidos regentes como la UDI y Renovación Nacional iban de la mano, resumían a la derecha” declaró.
“Hubo cierto roce en su momento, en las primarias donde Allamand y Longeira compitieron, se vio una derecha fragmentada, pero muy lejano a lo que sucede hoy en día“, señaló el cientista político.
“Kast le gano la carrera al menos para la primera vuelta a Matthei, lo único que debe hacer ahora es mantenerse, mientras que Matthei debe volver a ganarse esos votos que la tenían a la cabeza de las encuestas en su momento” analizó Astorga, señalando que Kast es quien sé ha visto más beneficiado con esta disputa interna del sector.
“Teniendo en cuenta el descontento del electorado con el gobierno actual y la polarización que existe a nivel país, es fácil pensar que un candidato único de la derecha podría incluso ganar en primera vuelta“, concluyó. Pero, advierte que incluso en escenarios muy favorables, ha ocurrido que candidatos tuvieran que disputar de todas formas una segunda vuelta, como fue el caso de Bachelet en las elecciones de su segundo mandado.
El real beneficiado
El balance a falta de tres meses para las elecciones es complejo Por un lado, Evelyn Matthei ha logrado instalarse como la figura de la derecha “tradicional” pero con tintes moderados, con apoyo de Chile Vamos y un discurso que busca proyectar gobernabilidad y experiencia. Sin embargo, las críticas constantes de Kast y el Partido Republicano la obligan a gastar energías en contener ataques internos en vez de concentrarse en enfrentar al oficialismo.
Por el otro, Kast ha conseguido mantener una base fiel y movilizada, capitalizando el descontento de sectores que acusan a la derecha histórica de ceder frente a la izquierda. Su discurso duro le asegura visibilidad mediática, pero también lo encasilla en un electorado menos transversal.
En este escenario, los analistas coinciden en que quien más se beneficia, al menos en el corto plazo, es el oficialismo, mientras que la disputa Matthei vs Kast elecciones 2025 mantiene dividida a la derecha. Si la disputa persiste, advierten, el gran perdedor podría no ser solo un candidato u otro, sino el conjunto del sector opositor.