Dentro de las nuevas bases curriculares del Ministerio de Educación, se propone un renovado énfasis en las violaciones a los derechos humanos durante la dictadura militar. Para aplicar este nuevo enfoque, la pedagogía de los profesores de historia sería clave.
Uno de los ejes de reforma del Ministerio de Educación es la Actualización Curricular desde primero básico a segundo medio. Esta iniciativa comienza el 2022, con el ex ministro Marco Antonio Ávila. La materia de historia tiene especial peso, por como se espera que enfatice los aspectos más duros de la dictadura militar.
Una iniciativa similar fue rechazada en enero del 2021.
En septiembre, se espera que la propuesta curricular pase al Consejo Nacional de Educación (CNED), tras dos años de mesas de trabajo y consultas públicas, según informa el Mineduc.
Cuando la propuesta se sometió a consulta pública a finales de junio, actores del área de educación criticaron una posible “ideologización” por contenidos como sexoafectividad sana.
A pesar de que ese ítem en particular dominó el debate, también estaba el inciso sobre la enseñanza de la dictadura militar en los colegios.
Garantizando el acceso a la memoria
“Analizar (…) el quiebre de la democracia en Chile y sus consecuencias, considerando las características del golpe de Estado, las violaciones sistemáticas a los derechos humanos y las transformaciones económicas y políticas”, dice el documento de Orientación de Aprendizajes obtenido por El Mercurio.
Para las nuevas generaciones, la clase de Historia puede ser la primera vez que escuchan sobre la dictadura militar, Augusto Pinochet, y las violaciones a los derechos humanos.
Ahí, los “profes” de historia son esenciales. Así lo explica Carolina Segovia, quién fue profesora de Historia en colegios particulares subvencionados por diez años. Hoy trabaja en el área de admisión inclusiva en la Universidad de Santiago.
Segovia apunta a una “responsabilidad social” de los profesores de historia.
“Respondemos un currículum que lo deriva el Ministerio de Educación, sin embargo, nosotros deberíamos ir garantizando que la historia se conozca y sea considerada de manera objetiva, tal como las otras ciencias”, dice.
Pese al valor que le da a esta ciencia social, la docente recuerda que en el 2019, Historia dejó de ser un ramo obligatorio para tercero y cuarto medio, pasando a ser una materia optativa.
César Becerra también es “profe” de Historia hace 5 años. Cree que no es responsabilidad exclusiva de los docentes de ciencias sociales reforzar contenidos de derechos humanos y respectiva condena a sus violaciones.
Pero, por la cercanía a estos temas, reconoce que él y sus colegas deben tener especial compromiso.
“Debemos ser garantes de la memoria, así como el resto del colegio, porque los derechos humanos siguen siendo vulnerados. Si no lo estudiamos a fondo, la posibilidad de repeticiones es muy alta”, explica Becerra.